El Street Marketing, o marketing callejero, constituye una forma un tanto diferente y especial para decirle al cliente qué o quién eres y qué puedes ofrecerle.
Puede clasificarse en la misma liguilla que el marketing sensorial o marketing de guerrilla, y se aleja del tradicional. El Street Marketing abarca acciones ejecutadas en plena calle o en grandes superficies con el objetivo de captar un gran número de espectadores.
Características y soporte del marketing callejero
De forma general, el Street Marketing emplea una comunicación totalmente visual, intentando que el público interactúe con el mensaje. Busca la participación del viandante.
Los dos objetivos principales que tiene el Street Marketing son:
- Buscar la atención de las personas. Tal y como está la película no vale con esperar que el cliente venga, hay que ir a por él. Y para crearle interés, deberemos usar la creatividad y la imaginación.
- Procurar que participen. Es la mejor forma de grabarles en la retina tu producto o marca, dejando que «jueguen» con él.
Llegados en este punto, merece la pena mencionar que es «algo diferente» de otra tendencia llamada Ambient Marketing, una modalidad que pertenece al Marketing de guerrilla.
La diferencia entre el Ambient Marketing y el Street Marketing es que en el primero se usan únicamente objetos de la calle preparados para una acción de marketing, y el Street Marketing emplea elementos callejeros y creados especifícamente para la campaña.
En este sentido, el Street Marketing es más intrusivo que el Ambient Marketing.
Ejemplos divertidos de Street Marketing
Hay numerosísimos casos donde podemos encontrar Street Marketing en la calle. O en cualquier establecimiento. Desde vallas de carretera, edificios, marquesinas, conciertos al aire libre… el límite es la imaginación.
Y si no, mirad:
KLM y su estrategia de Street Marketing en el aeropuerto
Los ingleses no están tan acostumbrados a ver «personajes» así por las calles como nosotros los españoles, así que el impacto fue grande y la sorpresa mayúscula.
Decimos esto porque fue en el aeropuerto de Manchester donde la compañía aérea plantó a esta especie de mimo para el asombro de todos los pasajeros rumbo a su embarque.