El Marketing P2P no es un concepto nuevo, al menos no es original del todo. De toda la vida, el marketing tradicional ha estado clasificado entre marcas que se dirigen a empresas (B2B) y marcas que venden al consumidor final (B2C).
Por supuesto, el tanto el Business To Business como el Business To Customer tienen estrategias, presupuestos e incluso canales distintos (aunque algunos puedan ser compartidos).
Ha sido recientemente cuando una nueva tendencia ha aparecido también en el mercado: el marketing P2P, o lo que es lo mismo, personas que quieren vender a personas.
Marketing P2P y tecnología
En plena era digital, el marketing person-to-person hace un uso inteligente de tecnologías de procesamiento, machine learning y big data. En este sentido, es el extremo opuesto del marketing sensorial o el olfativo.
Si a día de hoy disponemos de toneladas de información sobre los consumidores, es lógico pensar que podemos crear un modelo personalizado dirigiéndonos a ellos como «personas individuales», en lugar de como segmentos de mercado.
Por otra parte, el marketing P2P debe sacar nuestro lado más humano, pues la conexión debe ser directa; es decir, debemos huir de mensajes genéricos, y esforzarnos al máximo en cuanto a empatía y storytelling se refiere.
Todo esto hay que hacerlo sin olvidarnos de la «dichosa» política de privacidad y protección de datos, pues la legislación es lo primero. No es fácil ser empático sin resultar invasivo.