El marketing de influencers lleva tiempo de moda y más en tiempos de pandemia, pues es una buena solución para reducir costes de otros canales de publicidad más tradicionales. Y es que todo son ventajas con este tipo de marketing.
El éxito reside en que los canales a través de los cuales los influencers ejercen su influencia son las redes sociales, medios rápidos -inmediatos, mejor dicho-, directos y económicos.
Normalmente pueden ser visualizados millones de veces sin que suponga una subida del precio del anuncio o campaña.
¿Por qué está en auge el marketing de influencers?
Porque habitualmente los influencers son personas con muchos seguidores, millones de fans que interactúan con ellos a diario (varias veces incluso) y matarían por tener lo que ellos tienen… y anuncian.
Instagram es el canal más idóneo para esta forma de mercadotecnia. Otras redes como Facebook, quizás Linkedin para servicios, también pueden ser tenidas en cuenta, pero más minoritariamente. Los instagramers cupan el podio de la publicidad realizada por profesionales en Internet, pues un único hashtag multiplicado hasta la saciedad puede transformarse en ingresos muy engordados.
Los influencers son considerados gurús por sus miles de acólitos, que les ven como líderes de opinión y cuya palabra va a misa. Deportes, moda, maquillaje, videojuegos… múltiples sectores son susceptibles de ser objetivo del marketing de influencers. Su credibilidad les convierte en fabulosos embajadores para las marcas.
El superpoder de un influencer
Con una simple frase, vídeo o crítica dando su opinión sobre un producto pueden conseguir ventas millonarias, agotándolo en comercios físicos o virtuales. Sin embargo es necesaria una mínima preparación de la campaña. Que no se realice con profesionales propiamente dichos no quiere decir que no tenga un diseño previo, la improvisación pocas veces sale bien.
Cada vez más empresas apuestan por el marketing de influencers. Uno de los puntos fuertes es el compromiso del influencer con su público. En España, por ejemplo, tenemos una lista de «influenciadores» bastante amplia.
Los posibles adquisidores del producto o servicio confían en que no van a ser engañados por alguien a quien admiran y que tiene una reputación. La confianza es clave en la publicidad, sobre todo en la virtual.
Cómo elegir a los influencers adecuados
El influencer más conveniente y que encaje con los valores de la marca será el que pueda transmitirlos del modo más creíble. Si no comparte su visión y virtudes, será imposible que pueda enviar el mensaje acertado que busca la empresa.
En el marketing de influencers será necesario realizar una serie de acciones que ayuden a dar con el personaje perfecto para lo que se desea vender. Y ojo, que no por tener más seguidores cualquier influencer valdrá.
Como hemos dicho, la compatibilidad con la imagen de la empresa y sus virtudes es muy importante.
Las «Tres Erres» (por los nombres de los conceptos en inglés) son fundamentales para poder decidirnos por uno u otro:
- Reach: o alcance, esto es, el número de usuarios a los que puede llegar.
- Relevance: relevancia, o sea, la calidad del contenido que publica y su importancia con respecto a otros influencers.
- Resonance: la capacidad del influencer para generar compromiso con sus usuarios.
Por ello es siempre importantísimo estudiar anteriormente a la audiencia al que se dirige la campaña de publicidad. Es más rentable contratar a un influencer con menos seguidores, pero muy comprometidos con su ídolo, que a otro que tenga más fans pero «de relleno».
Un buen marketing de influencers conseguirá, si está propiamente delineado, crear valor para ambos. ¿Y tú, usas esta «herramienta» en tu estrategia de ventas?