Más de 650 capítulos de Los Simpsons durante 32 años, a razón de temporada por año han demostrado que el tema del marketing esta serie lo domina a base de bien.
Os vamos a mostrar varios conceptos clave de un buen marketing, con sus correspondientes ejemplos prácticos con los simpáticos -o no tanto- personajes de Springfield.
Teaser: Lisa y los huesos del ángel
Se denomina teaser al efecto o acción de crear expectación antes de un lanzamiento. Esto es, conseguir notoriedad en tu marca generando interés en los consumidores.
Un ejemplo de esto lo podemos ver en el capítulo 9×08, titulado «Lisa, la escéptica». La joven descubre los huesos de un supuesto ángel en un terreno donde hay proyectado la construcción de un centro comercial.
La intriga se mantiene hasta el final donde el ángel anuncia el fin de los precios altos. Sobra decir que los usuarios acuden a comprar aún sintiéndose estafados.
Merchandising en Los Simpsons
El merchandising trata de sacar beneficio de la marca aplicado a la venta de objetos con la identidad corporativa. El payaso Krusty es un maestro en esto de monetizar su imagen.
Mientras pueda rentabilizar su imagen, lo mismo le da que aparezca en un test de embarazo como en una taza de la Primera Comunión, o en vehículos rotulados.
Branding o experiencia de marca
Las marcas ficticias con un parecido más que razonable con sus homónimas verdaderas son santo y seña en Los Simpsons: Buzz Cola, Mapple, Toys L Us, PlayDude (Playboy), MyTube, Lamborgotti, o Mick-rosoft, entre otras genialidades.
Algunas de estas marcas «inventadas» han tenido tan buena acogida durante muchos capítulos que han saltado literalmente de la pequeña pantalla a los linieres en los supermercados. Como es el caso de la cerveza Duff.
Música para llamar la atención del público
La música es un elemento importantísimo para la publicidad: transmite emociones y refuerza valores como ninguna otra herramienta. Y es muy utilizado en el marketing sensorial.
El capítulo 4×12, titulado «Marge contra el monorraíl» es una buena prueba de ello. Un vendedor emplea la música como elemento de persuasión para crear la necesidad de que Springfield necesita su propio monorraíl.
Y eso que la calidad del mismo era poco más que infame.
Patrocinio y Personal branding
En el capítulo 10×23, titulado «Treinta minutos sobre Tokio», una marca de zumo aromatizado con wasabi patrocina la ronda relámpago de un concurso de televisión, en un claro ejemplo de patrocinio.
En otro capítulo podemos ver cómo el bueno de Moe patrocina el espectáculo del intermedio de la Superbowl, junto con marcas como Ford. El mismo Homer Simpson muestra en el mismo episodio cómo hacer las celebraciones «más creativas» para acaparar la atención del público.
Storytelling en Los Simpsons
Sin duda alguna, el arte de contar historias es un tema que se ve reflejado en cada capítulo de esta magnífica serie.
Saber contar historias es fundamental para fidelizar usuarios, pero sobre todo, para poder acercarnos a ellos y ofrecerles nuestros productos y servicios. Desde luego, con personajes tan carismáticos como Los Simpsons es pan comido.