Zara es una empresa que ha triunfado a lo grande con estrategias muy personales y poco convencionales.
La estrategia publicitaria que ha seguido desde sus inicios, allá por el año 1975 en que abrió la primera tienda en La Coruña, es básicamente la misma: la del boca a boca.
Este modelo le permite controlar el gasto en publicidad (siendo bastante reducido), y más teniendo en cuenta que en la actualidad tiene más de 2.050 tiendas repartidas por el mundo.
A pesar de que Inditex, con Zara a la cabeza, es la marca de moda española más famosa del planeta tierra, Amancio Ortega no es amigo del marketing propiamente dicho para dar a conocer las bondades de su buque insignia.
Estrategia made in Zara …
Porque la estrategia publicitar de Zara no es la ordinaria. Zara nunca ha emitido anuncios en TV, ni en prensa.
No podemos encontrar ni rastro de su moda en vallas publicitarias. Ni siquiera en Internet, exceptuando las redes sociales de los últimos tiempos, como puede ser Instagram.
Las más maduritas del lugar tal vez recuerden algún folleto o catálogo sobre los mostradores de las cajas de las tiendas Zara en la década de los 90.
Método que por otra parte creo que no convenció demasiado al Sr. Ortega, ya que apenas se mantuvo un par de temporadas.
Aún así hay que adaptarse a los tiempos y durante los dos últimos lustros tenemos que reconocer que, de manera siempre discreta, Zara ha dedicado más presupuesto a publicidad «audiovisual», sobre todo dedicada a la moda de niños en su apartado Zara Kids.
Las últimas campañas muestran catálogos fotográficos y vídeos en su web
Casi siempre se retratan modelos desconocidas, dejando todo el protagonismo a las prendas, aunque no siempre.
En ocasiones han contado con top models como Freya Beha en 2012, Carmen Kass en 2018 o Anja Rubik para la campaña Primavera / Verano 2020.
En cualquier caso hay un denominador común en el marketing de Zara: siempre viene envuelto en un ambiente elegante y discreto.
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