Categorías: Noticias

Haters. Odio en Internet

La palabra haters o hater proviene del inglés y hace mención a aquellos usuarios y personas que se dedican a amenazar, insultar, denigrar, ofender y discriminar todo lo que ven en las redes.

No son personas que han nacido así, con el pie torcido, suelen tener detrás una mano que los maneja y dirige contra otros usuarios, aunque muy especialmente contra organizaciones, productos o movimientos.

En la lengua de Cervantes… odiadores, o gente que se gana la vida generando odio.

Tipos de haters … o trolls

Conocidos también con este otro nombre, los trolls han tomado más fuerza a medida que más redes sociales han ido apareciendo.

Subsisten gracias a foros, chats, plataformas visuales como Youtube o TikTok, donde cada vez se organizan más y mejor para hacer lo que mejor saben: crear polémica y meter el dedo en el ojo.

En general, podemos distinguir tres clases o tipos de haters con comportamientos bien diferenciados:

  • El hacker. Este personaje amenaza con hundir tu carrera, hackear tu página web o hacerte cualquier barrabasada utilizando sus conocimientos informáticos.
  • El matón. El troll con complejo de matón centra sus ataques en intimidar «físicamente» al autor de un contenido y al resto de seguidores suyos.
  • El fan. Esta clase de hater se vuelve loco si alguien insulta, hiere o contradice las opiniones de uno de sus ídolos. Los defenderá a muerte utilizando insultos y agresiones de toda calaña.

Una actitud hostil y negativa ante todo

No todo el mundo que opina sobre un artículo o producto en Internet y muestra su disconformidad es un hater, claro que no.

La diferencia entre estos usuarios y los haters es que los primeros simplemente exponen una idea o dan su opinión con argumentos, y si bien el tono a veces puede ser algo elevado, no se llega al insulto o al ataque.

En el caso de los trolls, su cometido es odiar sin importar la causa y considerar inferiores al resto de los usuarios, atentando por escrito y libremente contra personas, aleatorias o no.

No todo está perdido

Y es que, al igual que hay ángeles y demonios, en este caso también nos encontramos a los lovers. Los lovers representan el extremo opuesto, y muestran siempre su lado más amable.

Son respetuosos y forofos de aquello que quieren ensalzar (o más bien, quien les ha pagado), generando contenido amable que solo busca la armonía. Algo así como los moderadores de un sitio web.

Si lo que dicen de que el mundo digital es un reflejo de la sociedad actual… ¿qué perfil es el tuyo?

José María

Ingeniero de formación, es un apasionado de pantallas, teclas, códigos, matemáticas y jeroglíficos varios; cuenta con un enfermizo síndrome obsesivo-compulsivo por el detalle y el trabajo bien hecho.