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El postureo de Heineken

El postureo de Heineken es otro de los anuncios de cerveza que nos gustan tanto. Esta vez de manos de los creativos de Heineken, que últimamente están de lo más ingeniosos.

Desde la aparición de las redes sociales, todo gira en torno al postureo. Da igual que salgamos o no, lo único que nos importa, parece que nos hace sentir bien incluso, es que el mundo se entere de que somos «guay».

Postureo de Heineken y el mundo real

En concreto gracias al bendito o maldito Instagram. ¿Eres capaz de distinguir qué foto es real y cuál una pose? Es difícil saberlo, por eso desde Heineken han apostado por ridiculizar los vídeos e imágenes que muchas veces inundan las publicaciones en la red.

Y de paso, publicitar su producto nuevo, la Heineken Silver, presentada en el metaverso y que no se puede beber (WTF?) Dentro vídeo…

Como os estáis imaginando, la campaña «El postureo de Heineken» tiene como público objetivo la generación Z, en una representación cotidiana desde dos ópticas bien diferenciadas: Instagram versus Realidad.

En palabras de Bram Westenbrink, director de marca global de Heineken:

Heineken Silver nos está brindando numerosas oportunidades desde el punto de vista creativo. El lanzamiento de la primera cerveza virtual fue una broma sobre el uso que hacen las marcas para la presentación de alimentos y bebidas en el metaverso. Hoy, estamos llevando la campaña al siguiente nivel a través de contenidos digitales, televisión y campaña de exterior, en toda Europa, desafiando los estereotipos en la publicidad de la cerveza.

Y es verdad, la pamplina del metaverso está dando mucho juego a creativos de todo el mundo, y los del postureo de Heineken no querían quedarse atrás.

La campaña cuenta con 3 anuncios de 20 segundos, y será emitida tanto en medios digitales, como televisión y offline. En España, el spot ha contado con la participación del creador de contenido Dante Caro. Dentsu Redstar es la agencia de medios que la llevará.

Fuente | más información: sitio oficial

José María

Ingeniero de formación, es un apasionado de pantallas, teclas, códigos, matemáticas y jeroglíficos varios; cuenta con un enfermizo síndrome obsesivo-compulsivo por el detalle y el trabajo bien hecho.