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Cómo hacer el brainstorming perfecto con tu equipo

Como bien sabes, un brainstorming es una técnica creativa que pretende generar ideas para resolver un problema, se desenvuelve en un entorno relajado, y se hace en grupo.

También se le llama «lluvia de ideas» o «tormenta de ideas», aunque se suele usar más el término en inglés. Parte de la hipótesis de que en grupo somos más creativos y las ideas generadas en teoría son más brillantes y equilibradas.

Ahora bien… ¿estamos haciendo este aluvión de ideas correctamente? Un brainstorming mal organizado puede desmotivar a un equipo, además de suponer una pérdida de tiempo.

Normas básicas para un buen brainstorming

Estas reglas generales se suelen aplicar en cualquier reunión para generar ideas, y son prácticamente de «sentido común». A saber:

Tomar ideas de otros como punto de partida

Ojo, esto no es «robar». En este tipo de técnicas es común reutilizar como base ideas ya generadas, bien por nosotros o bien por otro equipo para, a partir de ahí, construir algo diferente.

Combinar ideas, proponer variaciones sobre algo ya creado, y mayormente, hablarlas y debatirlas es un punto de inicio perfecto.

Cantidad vs calidad

Siempre cantidad al comienzo de la reunión. Un montón de ideas formarán una gran «biblioteca» sobre la que generar la buena. Por no hablar de que no debemos jamás coartar la participación del equipo.

Los juicios están prohibidos

Esto sale a colación de lo anterior… Aunque pueda parecer una chorrada lo que acaba de decir un compañero, nunca será una tontería. ¿Quién puede decir que eso no ha servido de inspiración para algo mayor? Debemos limitarnos a apuntar todos y cada uno de los pensamientos que vayan surgiendo.

Crear un espacio seguro

Una tormenta de ideas necesita un espacio donde cada miembro del equipo se encuentre cómodo. Si queremos que de verdad sea efectiva y no una pérdida de tiempo, debemos transmitir esa «libertad» de expresión. Ahí es donde está la creatividad.

Elementos necesarios para un correcto brainstorming

Lo más importante, claro está es definir correctamente el problema que queremos resolver. Y lo segundo, también fundamental, explicarlo claramente a los miembros del equipo.

El equipo debería contar con los siguientes componentes si no queremos que sea un caos:

El moderador

Figura principal y responsable de dirigir la sesión. Su misión será controlar los tiempos (que no sea una reunión interminable), aclarar dudas del equipo, y tratar de que todos participen.

Los participantes

El número de personas estimado para que la lluvia de ideas transcurra sin demasiado follón y sea productiva es de entre 3 y 5 personas. Un número mayor alargaría la sesión.

Cuanto más heterogéneo sea el grupo mejor, si entre los componentes hay personas «no expertas» en el tema, esto también es un plus. Todas las perspectivas son buenas y válidas.

El secretario

Es la persona encargada de plasmar sobre el papel todas las ideas que vayan surgiendo; también puede lidiar con conflictos que se produzcan. Según el número de integrantes de la tormenta de ideas estaría bien o no que participe.

Técnicas para un brainstorming efectivo

Cualquiera de las técnicas que te vamos a contar a continuación son efectivas a la hora de organizar una lluvia de ideas. Pueden usarse por separado o combinadas.

Brainstorming inverso

Lo normal es utilizar la tormenta de ideas para buscar una solución a un problema. Una de las técnicas usadas consiste en darle la vuelta al punto de partida para estimular el pensamiento creativo. Es decir, en lugar de perseguir una solución a un problema dado, la reunión girará para buscar los problemas relacionados a esa idea.

Esto es muy útil para los análisis de riesgo, y en general, para anticiparnos a inconvenientes y problemas futuros.

Lluvia de ideas por turnos

Tal y como su nombre indica, se establece un ronda en la que todos los componentes del grupo deben participar soltando su ocurrencia. La única regla vigente aquí es que cada miembro tiene que haber dicho algo antes de que otro repita.

Por supuesto no tienen cabida excusa del tipo «mi idea ya se ha dicho», o «yo pienso igual».

Brainstorming rápido

Esta técnica se caracteriza por tener un límite de tiempo. En ella se solicita a todos los miembros del equipo que escriban sus ideas con un cronómetro.

Después de eso se someten a debate y a un posterior desarrollo, o bien se desechan. Con esta herramienta, se busca crear un sentido de urgencia y se motiva a espolear la creatividad.

Tormenta de ideas basada en personajes

Meterse en la piel de otro en ocasiones genera situaciones muy buenas. Mediante esta técnica, los miembros del equipo deben ponerse en la piel de un famoso, un personaje de ficción o un héroe para ellos. Respondería a preguntas del tipo: ¿qué haría Chuck Norris en una situación así? o Si fueras Steve Jobs, ¿cómo crees que se comportaría?

Gracias a esta técnica podemos escudarnos para decir cosas que igual no nos atrevemos.

Mapas mentales

Perfecta para personas que piensan de manera mucho más visual. El moderador va recogiendo las ideas y las dibuja en una pizarra en forma de árbol, para ir tratando cada una como una rama. Según vayan surgiendo las ideas, se irán colocando en cada parte del esquema.

Cambiar el lugar de la reunión

Hay veces que un espacio físico nos condiciona a la hora de pensar, especialmente si vamos a pasar mucho tiempo en él. Cambiar el escenario para seguir la reunión es un refresco utilísimo.

¿Buscas inspiración? Sal fuera, deja que todo fluya. Además, estirar las piernas siempre viene bien.

Brainstorming a gran escala o Charrette

Con esta técnica reunimos un grupo muy grande de personas y las divimos en parejas o equipos de 3. Es la mejor para crear debate entre los diferentes sub-grupos.

El método Charrette es perfecto para obtener resultados y opiniones rápidamente, todas las personas participan de igual forma y la toma de decisiones es muy efectiva.

Estas son solo algunas ideas y técnicas que normalmente se aplican a la hora de buscar una solución en conjunto. ¿Qué métodos aplicas tú? ¡Cuéntanos, se abre el debate!

Fuente: EnvatoTuts+
Fotos | chistes: Marketoonist

José María

Ingeniero de formación, es un apasionado de pantallas, teclas, códigos, matemáticas y jeroglíficos varios; cuenta con un enfermizo síndrome obsesivo-compulsivo por el detalle y el trabajo bien hecho.